5 minutos...


Y sucede que acabo de escuchar tu irrealidad. Me propones que nada ha comenzado, que todo se limita a unos simples 5 minutos. Fantasía tan verdadera, tan provocadora, tan inexistente. Permíteme entonces, compañero mío, jugar con nuestros únicos cinco minutos de existencia...


*******

Y de repente despiertas y todo es reciente, más tu no sabes nada; apenas cinco minutos de haber nacido. Tu mente, tu cuerpo, son idealizaciones vanas de lo que profesas ser. Nada de lo que recuerdas preexiste dable, nada de lo que rememoras es cierto, nada de tu existencia pasada es auténtica.

Pero tu no sabes de esto y te comportas como siempre, tus habituales y rutinarias acciones son el común eslabón de lo que es tu "VIDA". Tus apasionados sentimientos de animal superior no se manifiestan ante esta realidad; tu erudito pensamiento de hombre ilustrado no razona esta posibilidad, tus traicioneras sentidos –típicamente humanos- no perciben esta situación.

¿Pero como darte cuenta? ¿Cómo entender esta situación? Si todo es tan normal... oyes, ves, hueles, miras, sientes: Todo con tanta naturalidad. La comunicación es la misma; los placeres se disfrutan igual, te enfureces igual que ayer, ríes igual que antes de ayer. Estas convencido de que vives, y en ese vivir constante, nada puede ser inventado o creado.

Te equivocas. No eres más que un simple posicionamiento temporal, no tienes pasado, todo se te ha impuesto o, terriblemente peor, no eres más que un simple azar: creencias, pertenencias, ideales, amistades, religión, familia: TODO.

Pero entonces, en un breve lapso de ausencia existencial, tu otro yo descubre la oculta verdad. Tu otro ser, el mismo que padece contigo -el mismo que pernocta en ti- ha revelado la esencia de aquella treta en la que estas inmerso. Por fin has despertado.

Pero es imposible que el todo sea algo imaginado recientemente. Es absurdo pensar en que el todo es creado al gusto de alguien más. Es una barbaridad creer que tu todo simplemente es edificado al azar. Decides negarte ante aquella vana ilusión que se te presenta tan real; rechazas lo insensato que puede ser no pensar como los demás.

Te niegas, y con esta negación, acabas de negar tu libertad, tu despertar se ha acabado. Te vuelves a dormir, creyendo que todo no ha sido más que un sueño, no más que un vacío lógico, una irracionalidad propia de la edad, una forma de ser inadmisible, imposible ...

Te equivocas nuevamente.

0 comentarios: