REVALORACIÓN PÓSTUMA DE LOS CUERPOS...

No tengo más que agregar: la Iliada me ha impactado. El simple narrar, la construcción heroica de sus personajes, la valentía que aquellos seres remotos demostraron... simplemente me ha fascinado.
A continuación, un escrito que -a modo de comentario- dejé en el blog de Gonzalo Espino: http://gonzaloespino.blogspot.com/

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En la contienda, nada más sagrado para aqueos y troyanos, nada más venerable para estos temibles guerreros, que el cuerpo del compañero caído en batalla.
Dispuestos a todo, estos personajes mitológicos han de luchar por salvaguardar el honor físico que aún conserva su hermano extinto: no importará que su honor padezca agravios, tampoco que hieran su fisonomía; mucho menos que la parca muerte los encuentre y cubra de oscuridad sus valientes ojos.
Todo es necesario para no dejar que el enemigo, ese fiero y espantoso enemigo, ultraje –sabe Zeus para qué despropósitos- el cuerpo del amigo, hermano, padre o hijo. Tampoco se ha de permitir que se le despoje vilmente de sus armas: ellas han de servir para que sus compañeros guerreros lo recuerden como el valiente batallador que fue, como el insigne luchador que mató enemigos sin temor, sin vacilar, sin piedad.
El contrincante ha de querer robar sus armas y vanagloriarse de aquellas, declarando que la misma suerte del muerto ha de corresponder a sus compañeros; intentará sustraer el cuerpo de tan amado hombre, para así emitir falsedades sobre su valentía, sobre su pundonor.
Pero el cuerpo caído debe ser poseído por quienes convivieron con él; debe ser glorificado con pompas dignas de un guerrero, debe ser enterrado por los suyos, llorado por los suyos, recordado por los suyos: pero esto no siempre es así.
Ilustre Patroclo, venerado Sarpedón, valiente Aquiles, aguerrido Héctor… espero que vuestros cuerpos -y los nuestros- sean llorados, venerados, enterrados y recordados por los suyos.

2 comentarios:

Nadies dijo...

Elegiste uno de los temas más interesantes de la Ilíada. Creo que vas a sacar buena nota, jajaja, pero eso no importa, en realidad.

Pablo Villanueva H. dijo...

Sin duda, la Iliada es una gran obra; tanto así, que podríamos creer que todos esos personajes existieron en la vida real.