Descripción...


Extraño.

Descuidado por convicción, obsesionado con el desarrollo, compulsivo en cuanto a los placeres mundanos, amigo de su sombra y del primer libro que violó. Utópico, sectario, sin cuidados políticos, con sangre en las manos, con semen en los codos, con sudor en las uñas, sin marcas en la frente: El joven con vastos delirios literarios que procurará –una vez más- crear alguna narración extraña.

Hijo maldito, vago por esencia, debiéndole dinero, promesas y verdades a medio mundo. Solitario, triste lector de madrugada que toma café para dormir. Fumador lunático, bebedor iluso, impecable mentiroso.

Con jeans rasgados y cigarrillos baratos, cantando la única canción que logró memorizar completamente, esperando que ella se le cruce en la siguiente cuadra. Olvida fácilmente el cariño, es inestable, duda de casi todos, no tiene un lugar favorito para asistir a los encuentros que la piel, las lágrimas y el ardor sexual solicitan.

Escribe por que quiere, con frases trilladas y casi a la volada, sin pensar mucho, evadiendo pacientes análisis que podrían mejorar -o empeorar- el excrito. Llora por que ya no se encuentra en el espejo, quiere a su mariposa liberada por sus plumas, quiere al cadáver que produce flores, quiere al dios que niega, al gato que le lame la herida izquierda, a la mano que masturba su encanto infantil de pedante soñador.

Se alegra con el azul, camina olvidando el viejo precepto de mirar al horizonte, colecciona lágrimas de mujeres, gritos de niños, indignación de humanos. Manipula, porque eso le enseñaron cuando niño. Enseña, porque le gusta que se parezcan a él. Recita mal, no se peina, juega a vivir y siempre pierde. Se declara un hombre extraño.


6 comentarios:

Gabriela Parra dijo...

y lo bueno donde esta?.

Yo quiero uno asi...

X e n d r a dijo...

Deja de inventar tu propio personaje, me parece un desgastado afan de creerte lo que eres.
Empieza a jugar. Explora, cree, crece, crea, siente y manifiestate... pero no vayas en circulos.


Un abrazo!
(Hasta los conejos hablan)

Gustavo Ochoa Morán dijo...

Estaba harto de encontrar razón de ser a los esquemáticos Curriculum Vitae, y leí esto.

Oswaldo Bolo Varela dijo...

Yo solo puedo mostrar al fantoche curso que hace origamis con servilletas. Al tocador de mujeres enigmáticas, al timador de sueños, al hombre extraño.
Eso es lo bueno, ese es mi personaje: el despeinado y barbudo fabulador de juegos. Ese es mi Curríulum Vitae, el mejor que tengo, el único.

Saludos a todos los incautos que leen este remoto espacio de la red...

Allison Alcázar dijo...

En el ámbito teatral ud. nunca se caracterizó por una notable construcción de personaje ; con este "hombre extraño", se lleva todos los aplausos...

Oswaldo Bolo Varela dijo...

Claro que sí melancólica y siempre contestona Allison.
Yo nunca construí buenos personajes físicos, los teatrales que el viejo Jean y sus amigos pedían; siempre creí -y aún lo creo- que lo mío era la creación ideológica de estos, su cara, su cuerpo, la forma en que hablaban y caminaban; muchas veces me he sorprendido idealizando como debería ser este o ese hombre que narrarón mis escritores favoritos; varias veces divago en la esperanza de describir la historia de aquel que nunca existió, o de ese que me habló mal la otra noche o de aquella señorita que con solo voltear a mirarme me infundió toda una ficción... En fin, espero alguna vez, poder materializar las divagaciones.