Nosotros.

Nosotros que jugamos diariamente entre cigarrillos, tragos, esperanzas, libros y desilusiones ¿hasta cuando hemos de aguantar?

Nosotros que cantamos trovas del ayer, que leemos con devoción a Borges, que nos enamoramos perdidamente de la misma mujer. Nosotros, a los que se les impartió la doctrina de la sumisión, a los que les regalaron libros dónde nuca hubo un solo verso, a los que lloramos de hambre intelectual, a los que aún maldecimos la suerte.

Nosotros (tú que me entiendes hermano de esta emoción tan bravía; tú que me amas fantasma de ojos claros; tú que me padeces espejo de quimeras extrañas) ¿nos encontrarán nuestros amigos cuando nos necesiten?

Nosotros, por quienes sus madres lloraron el día en que los desaparecieron; mientras los padres velaban nuestros cuerpos caídos… su única vela alumbraba la única lágrima que derramaron.

Nosotros que escribimos los versos en las hojas, que caímos en el barro seco y no nos ensuciamos por estar demasiado manchados, que repartimos caricias cotidianas, que aún escapamos de nuestros verdugos.

Nosotros que dormimos intranquilos de la noche y de su eterno bullicio silencioso. Nosotros que gritamos libertad a medias, que gastamos vida, que eyaculamos las ideas precozmente.

Nosotros que dudamos.

Nosotros que…

Nosotros…

5 comentarios:

Qbi dijo...

a nosotros nos emcionó lo que acabamos de leer.

MoiZés AZÄÑA dijo...

Nosotros que morimos todos los días y volvemos a resucitar al siguiente, nosotros que un día dejaremos de vivir para siempre.

Gabriel dijo...

Ustedes y nosotros estamos muertos...

José Arroyo dijo...

«Nosotros que dudamos». Ahí tienes la respuesta. Agradécele a René (no, la rana no).

Con K. dijo...

Haz hecho una lista perfecta de lo que necesitamos para sobrevivir en este irónico mundo!

Me encanto tu blog.

Sigue escribiendo delirios, comunicando al mundo el perfil de un hombre extraño.