Hubo un tiempo que fue hermoso y fui libre de verdad...

Yo pretendía escribir algunas líneas para Gabriela, diversificando la gama de necesidades que me provoca ella y sus poemas, pero no pude. Las palabras se me distorsionaron, los sentimientos afloraron, la posibilidad fue traspasada por la realidad…

Yo quise escribirle algo a Allison, ese módico esperpento que se esconde bajo la belleza de un cuadro de Guayasamín y que ilumina muchos de los malos versos que descompongo. Pero la música de Fito fluyó -esas melodías siempre fluyen- y me sentí distinto, encendido por la luna que no había, con ganas de llorar por las penas que no poseo, con ganas de terminar esos cuentos que siempre dejé inconclusos.

Yo intenté escribirle algo a L., con quien las tardes son dulces, lejanas, extrañamente buenas. Pero el olor del tabaco, mi manía habitual de  agitar la pierna velozmente y suspenderla al cabo de un rato, y las descargas de Charly  (Las hijas de las lágrimas), confabularon para que perdiera el hilo, la madeja, la pita de con que estos párrafos suelen atarse.

Decidí escribir sobre la mirada remota, perfecta, dulce y diabólica de Paula, esa mirada donde ya varios milenios hace que ando perdido, donde siempre puedo encontrar armonías… Decidí escribir acerca de las dudas de Europa Roja, de su -probablemente el único- miedo a sí misma, de su encantadora firmeza y decisión… Decidí escribir sobre una lejana y bien recordada amante de mis quince años, mujer con nombre bíblico que profetizó muchas de las situaciones que hoy sobrevivo (sus caricias, sus faldas a cuadros -azul y amarillo-, sus molestias por mi siempre atrevida y descarada tardanza, aún se extrañan)… Decidí escribir de mi amor por los hombres del futuro, por aquellos que llorarán nuestras torpezas, por esos que juzgarán benévolamente nuestros desaciertos, nuestros climas, nuestros cigarrillos y cafés.

Yo quise escribir sobre mucho… pero no logré escribir nada. Mi mano, esta puta y metálica mano, me traicionó. Paralizó mis ideas, ocultó mis argumentos. Me quedé sin temas, sin imágenes, sin ganas.

Lo único que me quedó fue redactar aquello que me venía a la mente, sin procesar, sin revisar concienzudamente las líneas excritas, sin meditar lo que plasmaba. Solo vomité, expelí lo que sentía, las frustraciones que la música interna me mandaba.  “Porque escribir es eso webón, vomitar lo que uno tiene adentro, sacar lo más íntimo, lo que interiorizamos en lo más recóndito de nosotros”, Franz-en-grises, muchas veces tienes la razón.

***

La mujer que alguna vez me negó la realidad de sus fantasías, se me presenta esta noche con una guadaña y un libro. Una guadaña para segar los fétidos olores que mi piel suele adquirir en la rutina veraniega. Un libro -sucio y en blanco- para escribir todas las porquerías que se suelen pensar entre las tres y las seis.

(aún-extrañamos-la-tarde-remota-en-que-nos-llevaron-a-conocer-sus-manos-aún-sentimos-el-aire-rosándonos-la aflicción-aún-encantamos-los-corazones-con-los-papelitos-que-guardan-los-secretos)

El amigo que proclama libertades la otra noche se derrumbó: lloró hasta el amanecer, ebrio de dolor, sobrio de esperanzas. Ni siquiera sus Ruinas circulares lo salvarán.

(un-sueño-claro-he-estado-soñando-lo-voy-rememorando-lentamente-una-pesadilla- probablemente-haya-sido-la-misma-alucinación-que-a-diario-se-me-presenta-en-sueños-…-no- esta-vez-ha-sido-algo-distinto-este-sueño-se-ha-presentado-de-manera-insólita- no-se-parece-en-nada-a-las-pesadillas-que-habitualmente-tengo-de-manera-inesperada-el-recuerdo-se-me-ilumina-por-completo-mi-mente-puede-distinguir-con-claridad-los-rincones-que-hasta-hace-un-momento-me-parecían-confusos-recuerdo-que-estuve-soñando-sí-pero-en-el-sueño-…-en-el-sueño-también-soñaba)

Los días de aserrín que el tío me hace padecer: levantarse antes del amanecer, tomar un puto y abundante desayuno que no termino, para luego al mediodía, morirme de hambre y desear comer los trozos de pan que dejé. Maldiciones, putamadreadas… esos días ya desaparecieron.

(tener-que-soportar-tu-estúpida-mentalidad-de-niña-ingenua-mierda-me-cansé-de-esperarte-de-aguantar-tus-solemnes-e-inexpresivos-silencios-de-aparentar-que-aún-que-aún-…-mejor-olvida-lo-que-dije-que-al-final-estas-relaciones-solo-terminan-angustiándome-pero-por-qué)

A ella le gusta que la miren, le encanta la manera como su cuerpo va seduciendo miradas, cómo sus carnes van provocando erecciones brutales en los interiores de esos seres que ella manipula a su antojo. “Porque yo me tiro a quien quiera… escúchalo bien, me tiro a quién quiera y me importa un pito que tú no quieras ¿qué te habrás creído?”

(si-solo-entendieran-esta-emoción-que-me-consume-que-me-violenta-que-se-apodera-de-mí-pero-que-no-es-mía-yo-no-poseo-tanta-pasión-como-para-dar-nacimiento-a-esta-emoción-proviene-de-más-allá-de-otros-tiempos-de-otras-generaciones-es-una-herencia-de-las-épocas-pasadas-de-los-que-vivieron-en-el-inicio-de-los-tiempos-sombríos)

Hubo un tiempo que fue hermoso y fui libre de verdad...

5 comentarios:

égona dijo...

"Los días de aserrín que el tío me hace padecer: levantarse antes del amanecer, tomar un puto y abundante desayuno que no termino, para luego al mediodía, morirme de hambre y desear comer los trozos de pan que dejé. Maldiciones, putamadreadas… esos días ya desaparecieron"

NOOOOOOOOOOOO

ESOS DÍAS ESTÁN POR TOMARME POSESA Y NO HAY CUANDO SE LARGUEN¡¡¡

qué post tan putamadresco, oye

Nocturna dijo...

Esto me dio esa típica nostalgia de la que te hablo, esa melancolía por ese "no sé que".

José Arroyo dijo...

Disfruto mucho de esos momentos cuando me capturan. Creo que el desencadenante es casi siempre una buena canción; entonces experimentas algo tan grande que ninguna explicación logra abarcar todo su significado, algo más grande que todas las palabras. Justamente por eso, el placer abstracto es uno de mis favoritos, pero siempre con una buena banda sonora haciéndome compañía.

Nocturna dijo...

Josecito siempre psicoanalizandonos, te falto además mencionar a nuestra amiga mas puta, la cerveza.

Oswaldo Bolo Varela dijo...

ÉGONA:

Si esta entrada es putamadresca, dígame -o invéntame mejor- la palabra precisa para esas neuróticas frases que tú escribes en la bitácora que posees...
La verdad, que creo más bien que la ÉGONA (su personaje mejor logrado, señorita LYN)es de la reputamadre.

Tercerdistante:

Tienes mucha razón, varias veces el detonante de una situación surreal, insólita , extrañamente buena... es de procedencia artística: una canción, un poema, un cuadro, un libro.En todo caso, uno se siente descuadrado, sacado de su realidad, atrapado en un claustro distinto, irreconocible, irreal... esos momentos son sobrenaturales.

Nocturna:

Ese "no sé qué" que poco a poco nos va consumiendo, que lentamente va absorbiendo nuestra ilusión, que nos va evaporando las últimas lágrimas, las últimas caricias. Cómo le dije hace muchos siglos... a veces es necesario desprendernos de ese "no-sé-qué" y empezar a andar.
(En cuanto a "Josecito"... bueno, sus 54 años de ebrio trovador, sus 72 vidas anteriores, sus 15 años de hombre débil, sus 3 años de dibujante escolar, sus 17 años de general esperanzador... le dan derecho a psicoanalizarnos)

Saludos y gracias por sus comentarios...