MALA SANGRE


He aquí una de las canciones que acompañaron mis tardes de teatro, las clases escolares de las que ya estaba aburrido, mi descubrimiento -tardío creo yo- de la Literatura. Esta melodía sonaba en mi simple, raro y ahora inexistente discman; esta música la recité muchas veces para proclamar el caracter libertario que creía poseer por aquellos tiempos.

Pero cambió. Al escucharla, aún siento ese fervor juvenil, vital, humano que me llama a la acción; pero ahora es diferente, esta sensación, este sentimiento viene acompañado por cierta incertidumbre en el accionar, por determinadas melancolías, por necios pesimismos y dubitaciones nocturnas; ahora ese ímpetu creador, se detiene, reflexiona mucho, toma precauciones. Ya no grita, ya no se burla abiertamente del sistema, ya no llora, ya no se mueve atolondradamente.

¿Será que estoy creciendo? ¿esto es a lo que llaman adultez? ¿es así como nos hacemos hombres?

Habrá que dudar entonces... o tal vez no.


MusicPlaylistRingtones


MALA SANGRE
La liga del sueño

Nunca fui de este pueblo
Jamas fui un cristiano no
Siempre fui raza inferior.

A quien venderme, que bestia adorar.
A que imagen santa atacar,
que corazones destrozare,
que mentira debo sostener,
sobre que sangre caminare.

Ahora maldito estoy,
seré ocioso y brutal,
no soy ni fui un prisionero de mi razon
(si dios me concediera la calma celestial)
Gritos tambor hambre sed.

A quien venderme, que bestia adorar.
A que imagen santa atacar,
que corazones destrozare,
que mentira debo sostener,
sobre que sangre ahora caminare.

La vida una farsa
Mi inocencia podria hacerme llorar.

5 comentarios:

José Arroyo dijo...

Es cierto: esa genial canción sigue transmitiendo esa fuerza de siempre, pero ahora guarda algo más, como que ahora uno puede entender mejor el mensaje y, como en ella se dice, tratar de decidir a qué dedicarás tus esfuerzos esta vez. Es una proclama de búsqueda y libertad que van de la mano. Sin duda, una de las mejores canciones que el rock nacional ha parido.

Por cierto, el reproductor encaja a la perfección.

¿Sobre qué sangre caminaremos ahora, hermano mío?

JAIME SAINT dijo...

Si un niño quiere llegar al cielo, tiene que empujar una piedrita con la punta del zapato y saltar sin pisar rayas.
Si un adulto quiere llegar al cielo, es preciso morir. A eso le llaman ser maduro.

Rosa Elisa Chávez Yacila dijo...

Siempre me gustó la liga del sueño y pelo madueño...acerca de la madurez, bueno, no sé.

Gabriela Parra dijo...

Cuando nos hacemos adultos? Uhm sabes, hay quien dice que es por la cantidad de responsabilidades que se pueden asumir y resolver. En mi realidad, es cuanto dolor puedes soportar sin bajar la cabeza. O es solo que soy obstinada o realista. A veces puede ser por como nos enfrentemos a las diversas realidades que nos rodean. Se puede seguir en guerra o morir en el intento. Si me preguntas, es mejor ser ninos eternamente, es menos complicado y de repente tenemos muchos colores.

Miguel Flores-Montúfar dijo...

Rimbaud era un adolescente cuando escribió "Mala Sangre". Es extraño: él era un adolescente y sus cuestionamientos son, más bien, los de un adulto podrido. Tú eras un adolescente entonces. Que la buena memoria del poema de Rimbaud y de la canción de Pelo te mantengan joven, aunque pasen los años.

Saludos