VIDA/JUEGO

- Entonces cuidese.
- Yo no me cuido.
- ¿ Y cómo le hace para seguir viviendo?
- Es que no vivo en serio, sólo juego.
- Espero que no se canse de jugar.
- Yo no me canso de vivir.

Sobre objetos, sustancias y sentimientos perdidos.

Aquí está vuestro litro de esencia y las lágrimas nocturnas de otra especie en extinción: la acompaño en su dolor.

***

Yo he obsequiado hace un tiempo un poco de fe, se lo regalé a una mujer con sombrero, que descubría bajo mis manos ciertas sustancias inasequibles.

Después me regalaron un manojo de llaves, con ellas aprendí la manera de abrir mentiras y de cerrar las verdades más siniestras, las ocultaba de tu presencia, de tu oscura mirada.

Prontamente me encontré una cruz y una concupiscencia, las cosí a mi solapa y anduve con ellas un largo camino, luego las perdí.

Cuando fracasé en el intento de aprender los misterios de la vida, me robé un libro que decía NO HAGAS NADA CON LAS MANOS: no le hice caso; pero en su lectura descubrí a los remotos cantautores que inspiraron -y aspiraron- cierta nostalgia nocturna de los amores cobardes.

Construí entonces unos lentes desde donde observaba desnudos los pensamientos de las personas, los miré sin recelo, excitándome con su despojo mental, palpitando por las instancias sórdidas de su existencia. Destruí los lentes cuando me percaté que ellos también miraban la miserable desnudez que llevaba encima.

Me perdí y perdí todo conmigo.

Hombre Extraño

A propósito de la forma en que se debe ignorar a los hombres extraños.

EL HOMBRE EXTRAÑO
Silvio Rodríguez
(1989)


Era extraño aquel hombre,
o por tal lo tomaron,
porque besaba todo
lo que hallaba a su paso.
Besaba a las personas,
al perro, al mobiliario
y mordía dulcemente
la ventana de un cuarto.

Cuando salía a la calle
le iba besando al barrio
las esquinas, aceras,
portales y mercados,
y en las noches de cine
(también las de teatro)
besaba su butaca
y las de sus costados.

Por estas y otras muchas
los cuerdos lo llevaron
donde nadie lo viera,
donde no recordarlo,
y cuentan que en su celda
besaba sus zapatos,
su catre, sus barrotes,
sus paredes de barro.

Un día sin aviso,
murió aquel hombre extraño
y muy naturalmente
en tierra lo sembraron.
En ese mismo instante,
desde el cielo, los pájaros
descubrieron que al mundo
le habían nacido labios.




Esta es una de las tantas entradas que he de dedicar a mi amigo y hermano B.G., el filóso-fofo, o tal vez un filo-sonso...

"...Y los que vienen no estan para perdonarme mis carencias personales mas bien vienen al concierto de esta noche, esperando lo mejor..."


***

Los catatónicos estados en que nos sumerge esta contemporánea y poluta vida.
Las increíbles maneras que uno encuentra de perfeccionar la mísera costumbre de no hacer.
Los desamores nocturnos, las cobardías y tus palabras de mujer rebelde que se empotran en mis sueños.
El trago barato de una ilusión perdida.
Tus manos purificando mi espalda. Tu olor petrificando la calma.
Y ahora el recuerdo que nos invade y que conquista mis terrenos sentimentales, se apodera de tus ideales, violenta a tus musas, trastorna el breve y húmedo espacio de oscuridad.
Y uno que intenta tocarte, reclamando tal vez el poema olvidado, algún Vallejo, algún Byron; algún tema de amor.
Pero las ansias te reclaman, y aunque te llore en silencio, sabré reponer mis auxilios, sabré recomponer la mirada, aprenderé nuevamente a caminar solo.
Me faltará un abrazo, una cintura en quien cotejar mi angustiosa mano; lamentaré la palabra que se ha ido, el olor evaporado, la calma que huye con tu paso lejano.
Y me levantaré para rezarle una oración al pasado, pero reiré por esta musa llamada futuro de quién me acabo de enamorar.

Túnel

A G. Parra...

Espero poder cavar un profundo túnel, para encontrarte una mañana de Abril.

Intento crear un largo puente que conecte tu mundo de ilusiones, melancolías y libertades; con este mundo tan desvalido.

Crearemos una carretera que solo ambos podamos conocer, estudiaremos viejas separatas, los libros antiguos se han de convertir en nuestro manual del buen amor.

Las matemáticas testificarán este dulce porvenir que se avecina muy pronto.

Solo espera, solo espero.

"...Y este ser anormal estuvo casado con la verdad por mucho tiempo, vivió divorciado del poder, más enviudó de la mediocridad y se mantuvo soltero del aburrimiento..."

"...en el duro camino de su vida, supo curar ciegos de mente, devolvió el habla a los que por cobardes se habían quedado mudos, levantó a muchos inválidos de fe, y los sordos de palabra lo escuchamos..."

Orificios destornillados.

HABRÍA QUE RECORDAR, a los que transitan constantemente por las rutas rabiosas de esta poluta ciudad, lo jodidamente tormentosa que se presenta la carretera limeña: ómnibus que con su estrepitoso claxon casi destrozan los tímpanos, cobradores malhumorados, vendedores que suben y bajan de los carros, escolares haciendo bulla, gente que te estafa el bolsillo y de paso el estómago, universitarios, madres embarazadas que apelan al sentimiento maternal para que te levantes del incómodo asiento en el que tratabas de leer esa puta separata que no entiendes. Gente aplastada, el ladrón que intenta abrirte la mochila y robarte los libros prestados, el celular al que nadie te llama, el mp3 que te ha costado sacrificio etílico, sexual y hasta cultural. Reclamos por sencillos, música a todo volumen y el fétido olor que algunos de nuestros consanguíneos patriotas emitimos y que se agrava más cuando la ventana está cerrada. Todos esperando ser llevados a nuestros destinos.

Abancay. La mejor avenida para entender este cuadro variopinto de tan rimbombante ciudad. Frente a la biblioteca -donde la otra noche asaltaron a un borracho, dos estudiantes estúpidos y un cobarde- tomo el carro que me llevará: EMPRESA DE TRANSPORTES UNIDOS OCHO S.A. (EMTRANSUOSA), difícil sigla para recordar. Apenas subo, percibo la intensa música que no me dejará estudiar: maldita cumbia que se ha puesto de moda y que aún no es desplazada por algún otro ritmo. Examino al cobrador, y trato de ver la posibilidad de engañarlo al mostrarle mi carné militar por el de universitario -que me han robado-, logrando así pagar medio pasaje.

Intento leer. Las cuitas del joven Werther me esquiva. Goethe, tremendo apasionado tu personaje, hasta casi desquiciado, me cuesta concentrarme en la lectura, pero poco a poco, me voy envolviendo en ese fino manto de delirio, me envuelvo y olvido el bullicio;, la música está lejana, los sonidos son mi palpitación y la lectura interna de la obra. Me atrapa y ya no puedo soltarme, me coje cual tenaza, cual furiosa y lasciva mujer que te quiere sólo para ella. Que tierna y que dulce es mi amante Literatura.

"Buenas tardes señoras y señores..." Maldición, dejenme leer en paz. Un hombre casi calvo se presenta la multitud, con ojos cansados, mediana estatura, pobremente vestido, con resentida mirada y voz rasposa -esa que ha sido destrozada por tanto trago que vulnera gargantas-. Muestra dos metálicos, brillantes y curiosos destornilladores de roja empuñadura; los enseña como si fuesen un trofeo de guerra, como si representasen sus laureles y sus medallas de vida. Dice que se los introducirá en los orificio nasales.
Se escucha un gemido de mujer al fondo, producto de las osadas frases del viejo hombre de tan novísimo oficio. No le creo, me parece un estafador, pero no. Indica, de forma bastante pedagógica, la manera en que va a meter los desarmadores en su nariz. "Si se mete hacia arriba sería mortal", explica entusiasmado, mientras el chofer ha bajado el volumen de la cumbia, el silencio se ha apoderado del bus y yo ya me he hipnotizado con el faquir.

Uno en cada lado, los destornilladores se van hundiendo por los orificios que presenta la nariz, hacia abajo, conectando la nariz con la garganta, en ángulo inclinado. Sólo sobresalen los mangos de la herramienta. Una mujer que recién sube al transporte lanza un grito, la gente se ha quedado entre asustada, impresionada y con cierta desconfianza del actuante.
Luego, con los aparatos incrustados aún en la nariz, pasará a pedir la colecta habitual, la colaboración, el sencillo que te sobra, eso que gastarías en otra cosa inservible, pero que él se lo ha ganado. La gente, estupefacta, brinda sus monedas, vacía sus bolsillos, le colabora.

El viejo hombre se baja y un mutismo ha invadido el bus, las señoras tratan de recomenzar su conversa, el chofer sube el volumen de su radio, el cobrador pasa a cobrar los pasajes y logro engañarlo. Todo vuelve a la extraña normalidad.

A la que rotula igual que la segunda ciudad más importante del milenario Egipto...

A veces sucede que las palabras sobran: el silencio no me moleta y a ti tampoco. A veces sucede que las manos miran, huelen y hasta enardecen extrañas sensaciones en nuestra poluta lengua. Sucede raras veces, pero termina sucediendo, que una música intraducible se ve purificada por ese fétido olor de carne descompuesta que emitimos, olor que hace a nuestra alma prisionera presta a escaparse de este cuerpo en descomposición.

Libérate. Que nadie te robe el tiempo en que solías dibujar extraños, hermosos y atrayentes bocetos de vida. Toca. Que nadie profane tus estrellas que tanto trabajo costaron encender. Escucha. Somos una masa que te llama a la batalla, somos todos los que gritamos tu nombre de humedad al amanecer. Siembra. No está permitid caer, te presto mi hombro, mi brazo y mis vellos para que puedas sujetarte.

Ya no basta con inventar tus ojos, ya no basta con hacerlos vivir. “Tus ojos abiertos son tu historia, van solos contando mil cosas de ti”.
Tú tienes flores, así que no necesitas sembrar más en ti, sólo hace falta un poco de gana, de estilo, un limpio pincel que diseñe tus formas, tus esencias. No dejes que nadie más que tú riegue tu jardín, que nadie más que tú abone tus sueños, que nadie más que tú pode tus tormentos.

A veces Paula, hace falta liberarnos de ese no sé qué.

Llamadas Anónimas

Esta es la latra de una cancioncilla de F. Delgadillo, muy buena según mi gusto, pero es mejor la música, así que los invito a que la escuchen: http://es.youtube.com/watch?v=KgbRwVEMVEM&feature=related







Era imposible que supiera
Quién podría llamar
Sonó el teléfono y yo
Levanté el auricular
Y aquella voz acariciante dijo
Escucha no me cortes
Estoy sola y no tengo a nadie
Que quiera hablar conmigo
Y a estas horas...
Yo miré el reloj
Y estaba a punto de colgarle
Pues tenia razón
Pero algo sentí en ese
Tono suplicante que me interesó
¡Qué va! me dije
Interés profesional
Repuse ¡Claro! no tengas cuidado bombón
¿Qué puedo hacer por ti?
y me contestó
Te lo agradezco tanto, ¿sabes?
Siempre sentí necesidad
De decirle esto a alguien
Así que sin querer
Marqué tu numero al azar
Porque tengo la fantasía
Sí, de acariciarte esta noche
Por detrás de las piernas
Y no parar hasta llegar a tus caderas
Y luego desabrochar
Despacio el pantalón
Yo pegué un salto y dije
Corazón, ¿dónde has estado tanto tiempo?
Dime a dónde he de volar para hacer, ¡ahá!
Tu fantasía realidad
Me aseguró que por supuesto
Lo iba a averiguar
Pero antes de besarme el cuello
Me iba a mordisquear
El lóbulo derecho de la oreja
Y yo sentí
Caricias a través
De la bocina para mí
Me comentó que le excitaba
No saber mi nombre cuando
Yo casi le confieso
Pues... me llamo Fernando
Pero en lugar de esto le dije
Yo soy lo que necesitas
Y se rió
Pero antes deja que
Te diga otras cositas
Y me contó con detalle
Como se tendía en la cama
Yo me contuve de arrancarme la pijama
Y comencé a morderme el dorso de la mano
Imaginando como abrasarían sus labios

Hasta allí todo tenía tonos
De una erótica locura
Cuando gritó
Que se lo hiciera entre basura
Y sugerí Dame tus datos nena
Dámelos siquiera, y haremos
Lo que quieras, donde tu prefieras
Y pensé que el caso
Podía requerir toda mi astucia
Pero ella comenzó a decirme cosas sucias
Y a gritarme apasionada
¿Qué era lo que yo iba a hacer?
Yo contesté
Cuando me des tu dirección
Voy a tenderte y a quitarte
Con los dientes toda tu ropa interior...
Pero al pensarlo presa fui
De un arrebato de pasión
Tiré del cable del teléfono
Que se desconectó
Y me hallé jadeante
En medio de la noche y ¡oh...!

Conecté el cable del teléfono
Por ver si estaba allí
Pero la voz dejó lugar
A un tono que reconocí
Como la nota intermitente
De cualquier línea ocupada
Colgué el auricular
Por si otra vez llamaba
Y esperé y esperé mucho
Y todavía espero en las noches
Cambié el cable del teléfono
Y me acoso con reproches
Y cuando me siento solo
Marco un número al azar
Y si contesta una mujer
Siempre comienzo a comentar
Y le digo
¿Qué tal? Por favor no me cortes
Estoy solo y no tengo a nadie
Que quiera hablar conmigo
¡Y es tan tarde!
Pero siempre sentí la necesidad, sí
La necesidad de acariciarte
Por detrás las piernas...

Bueno ¿bueno?
Llamando a torre de control
Bueno, ¿Hay alguien ahí? ¿No?
¿Hay alguien en el mundo
Que quiera hablar conmigo a estas horas?
Tengo algo que contar
Podríamos decir que será algo excitante...


Fernanado Delgadillo (1994)

El evangelio de Alfredo


Hace aproximadamente tres meses, un viejo amigo que anda retándome constantemente, que rehusa otorgarme consejos, que me niega su identidad cibernética y que se burla de mis ineptitudes literarias, de mis poses burguesas y de mis exquisiteces de bohemio de medio pelo, haciéndome entrar en severos conflictos; decía que este viejo amigo, me prestó un libro llamado EL EVANGELIO SEGÚN JESUCRISTO, de José Saramago.

Por los tiempos en que me proporcionó el texto, me comentaba que pocos libros le han impactado tanto, hablaba de esas narraciones que te envuelven, que te desvelan, que te proporcionan cierto adormecimiento de la realidad, a uno le quita las ganas de dormir, de comer, el desperdiciar el tiempo en mundanas actividades y no leer el texto, es casi un sacrilegio, digno de una excomulgación literaria.

En fin, de Saramago yo sólo había leído ENSAYO SOBRE LA CEGUERA (cortesía de Víctor –otro viejo amigo que siempre anda animando mi esperanza-) y TODOS LOS NOMBRES (préstamo que casi se convierte en un robo, si es que Anderson llegaba a olvidar el acuerdo). El primero texto me pareció fabuloso, una polémica alegoría de las conductas políticas que vivimos actualmente, la construcción de sus personajes me resultó magnífica (sobretodo la del maldito ciego -cabecilla de quienes violan y torturan a la féminas protagonistas de la historia- y la de la única mujer que conservó la vista durante toda la epidemia), la forma tan cruda en que narraba los hechos, el formato en que se redacta la historia (sin puntos seguidos, sin parlamentos apartados del párrafo, sin mayúsculas, etc.), entre otras cosas más que ya no recuerdo.

TODOS LOS NOMBRES me pareció un relato tierno, José –único personaje que tiene nombre en toda la trama, contrastando curiosamente con el título de la obra- es un viejo solitario, soñador, esperanzado en una mejor situación laboral, en una esposa digna de amarse. Esta dulzura, esta ingenuidad casi infantil, se verá desentonada bruscamente por los dueños de su vida: su jefe, su abogado, su amante, sus amigos. Un relato fácil, sin mucha complicación sicológica, pero que demuestra la fina e irónica pluma de Saramago para denunciar el accionar de los hombres contemporáneos.

Pero cuando comencé a leer el EVANGELIO… me percaté de que mi aventura literaria me había llevado a otro mundo, mi vago recorrer por el retórico camino de las letras habíame conducido a un texto algo fantástico, contradictorio, libre de prejuicios, con una escritura abominablemente bella, con unos personajes complicadísimos.

A pesar de que la historia es resabida, Saramago logra hacerte un partícipe de esa incertidumbre que todo final de novela te presenta, y es que en esta novela todo puede suceder: encuentras a un Jesús atormentado por tanto muerto en su nombre, a una María Magdalena que descubre los orgasmos con un Cristo casi niño. En esta historia un PASTOR, que es el demonio, le enseña a Jesús los principios elementales de todo elegido; se tienta a dios, dios puede ser catalogado como un convenido, María, la virgen, no es más que un simple acatadora: débil, ensimismada en la crucifixión de su esposo, cobarde, que no cree que su hijo sea el hijo de Dios.

Una historia provocadora, dónde los diálogos se confunden con las narraciones, con los pensamientos, con las intervenciones del autor.

He aquí un par de párrafos del libro que el buen Alfredo me proporcionó:


“…Dios, que está en todas partes, estaba allí, pero, sabiendo lo que es, un puro espíritu, no podía ver cómo la piel de uno tocaba la piel del otro, cómo la carne de él penetró en la carne de ella, creadas una y otra para eso mismo y, probablemente, no se encontraría allí cuando la simiente de José se derramó en el sagrado interior de María, sagrados ambos por ser la fuente y la copa de la vida, en verdad hay cosas que el mismo dios no entiende, aunque las haya creado…”


“…ahora Maria de Magdala le enseñaba, aprende de mi cuerpo, le decía, aprende de tu cuerpo, y él lo tenía ahí su cuerpo, tenso, duro, erecto, y sobre él estaba, desnuda y magnífica. María de Magdala que decía, calma, no te preocupes, no te muevas, déjame a mí, entonces sintió que una parte de su cuerpo, esa, se había hundido en el cuerpo de ella, que un anillo de fuego lo envolvía, yendo y viniendo, que un estremecimiento lo sacudía por dentro, y que de súbito se escapaba gritando, imposible, era él quién gritaba, al mismo tiempo que María, dejaba caer su cuerpo sobre el de él, yendo a beberle en la boca el grito, en un ávido y ansioso beso que desencadenó en el cuerpo de Jesús un segundo e interminable estremecimiento…”


“…El único dios soy yo, yo soy el señor y tu eres mi hijo, morirán miles, cientos de miles de hombres y mujeres, la tierra se llenará de gritos de dolor, de aullidos y de estertores de agonía, el humo de los quemados cubrirá el sol, su grasa rechinará sobre las brasas, el hedor repugnará y todo esto será por mi culpa, no por tu culpa, por tu causa, padre aparta de mí este cáliz, el que tu lo bebas es condición de mi poder y de tu gloria, no quiero esa gloria, pero yo quiero ese poder, (…) entonces el diablo dijo, es necesario ser dios para que le guste tanto la sangre…”


“…Entonces comprendió Jesús que vino traído al engaño como se lleva el cordero al sacrificio, que su vida fue traza desde el principio de los principios para morir así, y, trayéndole la memoria el río de sangre y de sufrimiento que de su lado nacerá e inundará toda la tierra, clamó al cielo abierto donde dios sonreía, hombres, perdonadle, porque él no sabe lo que hace…”


Muchas gracias amigo Alfredo.

tranquilamente besar


A ELI

"...Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan con la memoria.

Hay besos silenciosos, besos nobles
hay besos enigmáticos, sinceros
hay besos que se dan sólo las almas
hay besos por prohibidos, verdaderos..."

BESOS (Gabriela mistral)



Quiero besarte suavemente, con tranquilidad, sin detenimientos, sin pesar.

Intentando tocar tus labios como si no los conociera, como si jamás los hubiera saboreado, como si mis ansias por saber de ti pudieran más.

Quiero besarte sin saliva, sin que se interrumpa el breve lapso en el que se pierde el sentido, sin intercambiar lenguas, sin rozar las manos.

No importa que sea breve o largo, que sea apurado e intenso, que solo sean instantaneos, pasajeros... yo sólo quiero besarte.

evitar

evitar tus manos
las caricias de ciertos encuentros casuales
la incertidumbre
de reconocerse acompañado por su sombra
huir
de mis debilidades
y
proclamarte una mujer libre

ya no quiero construir
ya no quiero crear
ahora ansío transformar

transformar tus cabellos en sabios cantos del ayer
transformar tu llanto en el rocío dulce del amanecer
transformar mis encantos
tus culpas y las mías
los diamantes que se nos perdieron
y el dinero que malgastamos creyendo que éramos ricos
porque nos quisimos alguna vez

porque en todo el tiempo parafraseado
nunca se vistieron las rosas de tu color
y porque mis labios ya no se resecan al verte
mis asfixias de joven tontamente revolucionario
ya no captan su atención de artista del tiempo

y tus colores se opacan
grises felicidades y melancólicas
mañanas de inexacta precisión.

evitar al sol
a la luna
el calor
evitar tu sexo
evitar sus ruinas
el deseo y el poder
evitar a dios

NOCTURNA DESESPERANZA

La noche parecía prometer. Unos cuantos disgustos, un poco de risa, algunas desilusiones, las frustraciones acostumbradas y algo parecido a la ironía acompasaron los divertimentos. Encuentros inoportunos, dinero fácil, facilidades para satisfacer mutuos placeres, cultura fácil, cigarrillos, trago, brevedad juvenil.

Preservativos en oferta, un sol por botella, los Champion son más baratos, los Durex son más fiables. Música que no me gusta, pero que igual se baila: todo con tal de tenerla frente a ti, de olerle ese fétido aroma de cerveza, humo y perfume viciado. Roces, apegos, abrazos y caricias seudo eróticas que terminaron llevándonos al techo del local, al aire libre es mejor, me dice, yo trato de creerle. Barriles, aullidos y estrellas. Viento frío que usurpa su desnuda espalda. Sudor que resbala de tus pezones, música que armoniza la colisión corpórea, las pieles se mezclan en pleno bullicio.

preámbulo - clímax – inicio – CLÍMAX – final – clímax – colofón

Recojo mi mochila que pesa por tanto libro robado, de tanto libro prestado que trataré de no devolver. Limpieza post-amatoria: papel higiénico, arrojar la protección, acomodo del cierre, enganchar la correa, buscar mi camisa… ¡mierda! Se ha ensuciado con la tierra de este techo, ni vainas, en polo nomás. Ella, por su parte, hace mucho rato que está lista: dulce ventaja de las faldas.

Un cigarrillo regalado y preguntas cotidianas: qué tal los estudios, y qué tal la familia, y la huelga, y la novia, y el novio, ya no tienes, tú tampoco, podríamos vernos más seguido entonces, claro, habría que hacerlo.

Cuando bajamos, ya habían empezado con la celebración criolla: valsecitos, cajones y guitarras contrastaban con ciertas calaveras y calabazas. Jorge ya estaba ebrio y comenzaba con la llorona, una pelea entre desconocidos, y una nueva mujer que se nos une. Se acabaron los cigarrillos, medianoche. Mierda, olvidé llamar a K., acompáñame.

Un maldito teléfono se vuelve inubicable cuando más se le necesita… ¿eso no sería la relatividad del tiempo? cabrón de Einstein. Entre putas, maricas, fumones y ladrones hallamos uno ¿Arriesgamos?, claro Carlitos, mejor le aviso ahora, si no después la voy a cagar. A la mierda, no tenemos nada que perder.

Mujer, no voy a poder ir mañana, espero me dispen… IMBÉCIL. Línea colgada, aurícular sin respuesta, ladrones que se acercan, putas que se ofrecen al menor precio. La cagué, tú siempre la cagas. Un drogo se acerca. Causa, tienes un sol… no tío no tenemos nada. Safa rápido tío.

Volvemos y la Fiesta-Halloween-Criolla ya está en muere, vámonos de aquí.

A caminar por la horrible. Mi profe le dice la puta, la maricona, el mío no dice nada. Cigarros ¿encendedor?, nadie tiene uno, qué pendejos que son, con cigarros y sin encendedor. Señora, buenas ¿Me presta su encendedor un momento, por favor? No joven, ¿Qué? Caramba señora, présteme un ratito nada más, para prender un par de puchitos… No joven, cómpreme algo y le presto… Carajo tía, dale el puto encendedor, egoísta de mierda… Cállate carajo, señora disculpe, es que está borracho… fuera de aquí, borrachos, José, José… Vámonos tío, que seguro está llamando a su macho.

Tres de la mañana, tengo hambre y Abancay está curiosamente tranquila. Sin cigarros y con harta sed. Oe, busca un tono para zamparnos, alguna chingana, nunca faltan… no jodas que tengo hambre y ya me aburrí… tú te aburres de todo, hasta de ti mismo… cállense mierdas, dónde está Carlos… se ha quedado orinando… oe, ese huevón está orinando en la biblioteca. Risas. ¿Qué? ¿No sabían que mi orín era culta? Calla borracho.

Préstame dos lucas para una hamburguesa, tengo hambre… dónde vas a encontrar a esta hora una hamburguesa, además, es la tercera que te vas a comer… en verdad es la cuarta, un pata me invitó una saliendo de la universidad… ¿Y qué dice san marquitos? ¿Sigues tirando piedras o no?... yo no tiro piedras… ¿y las hembritas? ¿Qué tal las hembritas ahí?... en la Villareal no pasa nada, hay algunas, pero son escasas… Sí están en algo… ¿Y ya hiciste algo con alguna o no?, seguro que no porque tu eres más quedado… préstame para la hamburguesa, dos soles nada más, de ahí te pago.

Un auto pasa velozmente, la Abancay se hace eterna. Un cojo se nos acerca: caramelos, chicles… no tío, gracias… causa dame un sol pe´… no tío, estamos más cagados que tú… ya pe´, no seas malo… avanza rápido Carlitos.

Muy tarde para darnos cuenta de que un amigo del cojo ha aparecido: con-cha-de-sus-ma-dres, denme todo lo que tengan… carajo, tío, no te malees… ya carajo, pasa, pasa no más, ya perdieron. Una navaja que apunta, un grito que asusta, un cojo y s amigo frente a dos estudiantes estúpidos, un borracho y un miedoso.

Carajo, te estoy diciendo huevón… ya cállate, que ni siquiera te ha rebuscado bien… qué lechero carajo, y al borracho este… ni cuenta se da… déjalo tirado ahí… estas loco, mi tía me mata… ya vámonos a tu casa, tengo sueño… oe ¿y me prestas las dos lucas?... puta madre, tu estas quemado tío, encima que nos han robado quieres las dos lucas, no te doy nada y no jodas.

Nicolás de Piérola. Pasen causitas, están bonitas, bien limpiecitas ah, ¿se animan?... cuartos con espejos, bien grandes, barato no más… ¿Cuánto?... veinte, te la dejo hasta en quince, pero tu pones los condones… vamos a ver… ja, ja, ja, encima que no tienes plata, te la das de pendejo, de putero, anda compra tu hamburguesa no más… ¿En qué esquina era?... es en la próxima, cuando lleguen no hagan bulla.

Penumbra, silencio, crujidos de puerta vieja. Tío quiero vomitar… corre al baño, carajo, no me vayas a ensuciar el sillón… por huevón… calla mierda, se van a levantar mis viejos… qué hora son… las cuatro y media… oe, feliz halloween… vete al diablo alienado de mierda… feliz día de la canción criolla… vete al carajo nacionalista de mierda.

Carajo, que pendejadas las de esta noche.