Niña-mujer.
Comentarios fáciles o Post que pretendía ser un comentario (en mi mismo blog), pero que resultó demasiado grande y lo convertí en entrada...
Hace mucho que no me resbalan lágrimas
Hace mucho que no se me ve llorar
Pero
Créanme
Yo lloro mucho
Mi llanto es distinto
Sin agua salada
Sin agua dulce
Sin esperanzas pasadas
***
Sobre tus cristales rotos, se edificarán los sueños fucsias que cosiste la otra noche junto a mi solapa. Sobre ese parche azul, mis poemas revelaran tu adicción orgásmica a la vida. Sobre tus alas de mariposa liberada por sus plumas, renacerán las utopías que escribiremos mañana.
***
Bailo
Sin saber cómo ni porqué
Rezo
Como cuando niño
Juego
Para aprender a conocer
Leo
Para liberarme de un tal vez
Vivo
Para nuevamente caer
NECESITO (Sui Generis)
que me emparche un poco
y que limpie mi cabeza
que cocine guisos de madre
postres de abuela y torres de caramelo
Que ponga tachuelas en mis zapatos
para que me acuerde que voy caminando
y que cuelgue mi mente de una soga
hasta que se seque de problemas
y me lleve...
Y que esté en mi cama
viernes y domingo
para estar en su alma todos los demás
dias de mi vida
Que me quiera cuando estoy
cuando me voy, cuando me fui
y que sepa servir el té, besarme después
y echar a reir
Y que conozca las palabras
que jamás le voy a decir
y que no le importe mi ropa
si total me voy a desvestir..
para amarla
Necesito alguien
que me emparche un poco
y que limpie mi cabeza
que cocine guisos de madre
postres de abuela y torres de caramelo
Si conocen alguien asi,
yo se los pido
que me avisen porque es asi totalmente
quien necesito..
Ella no permite que la bese.
Descreer (alegato de un cómico delirante a una surrealista con tendencias literarias)
"Envídienme: he vivido y ahora me voy a morir satisfecha…"
De una conversación con Égona, en su máxima expresión nocturna…
***
Descreer. De la tórrida mañana que me levanta. De los nocturnos cigarrillos frente al monitor. Descreer de tus manos, de la música que poco tiempo atrás me invitó a redactar estas diatribas.
Descreer de la raza, de la lluvia que humedece esas lágrimas que me hiciste sentir, de ella y de él. Descreer de los caminos, del aire y del inexistente Dios. Descreer de mí.
Descreer cotidianamente de los colores que raya tu nombre, de tu existencia de negra mujer que se esconde bajo el surrealismo de Bretón, de Moro, ¿de Dalí?
Descreer de lo que aquí escribo, de estos tiempos sombríos, de los placeres que debo olvidar, de la tranquilidad con que debo afrontar esta época.
Descreer de las luchas, de las organizaciones, de la paz y de la guerra. Descreer -estúpidamente- de las manos que humedecieron tu coraza, de la saliva que penetró la otra noche tu concupiscencia.
Descreer de tu infidelidad, de tus besos con extraños, de la mirada perdida de la chica que no se pierde fácilmente. De tus poemas, de la sicodelia de Janis, de la esperanza del Fito, de la ira con que recibo tus cariñosos golpes.
Descreer, de la muerte, de la resurrección, de la infinitud de la historia, del socialismo salvador, del hombre menguante, del capitalismo atroz. Descreer.
De ese pedacito de pan que nos comemos a escondidas (si nos descubren, nos lo quitan), de esos lápices que solo escriben elogios al monstruo, de esas voces que solo entonan libaciones, más no gritan y proclaman libertades.
De mi guitarra sin cuerdas, de mi flauta desafinada, de esa zampoña que jamás aprendí a tocar, de mis pelos desgreñados, de mi sexo, de mi piel. De mi alma, de la ética que vendí a buen precio, del alimento que siempre desecho, de los concejos de él, de las frases cariñosas de ella.
De las enseñanzas, de las putas que te enseñan a sobrevivir, del licor que me enardece el espíritu, del tabaco barato que ilumina mis penas. De las reformas, de las mujeres, del amor, del estudio, de uno mismo.
De ti, de mí, de nosotros. Descreer, descreer… y no creer.
Hubo un tiempo que fue hermoso y fui libre de verdad...
Yo pretendía escribir algunas líneas para Gabriela, diversificando la gama de necesidades que me provoca ella y sus poemas, pero no pude. Las palabras se me distorsionaron, los sentimientos afloraron, la posibilidad fue traspasada por la realidad…
Yo quise escribirle algo a Allison, ese módico esperpento que se esconde bajo la belleza de un cuadro de Guayasamín y que ilumina muchos de los malos versos que descompongo. Pero la música de Fito fluyó -esas melodías siempre fluyen- y me sentí distinto, encendido por la luna que no había, con ganas de llorar por las penas que no poseo, con ganas de terminar esos cuentos que siempre dejé inconclusos.
Yo intenté escribirle algo a L., con quien las tardes son dulces, lejanas, extrañamente buenas. Pero el olor del tabaco, mi manía habitual de agitar la pierna velozmente y suspenderla al cabo de un rato, y las descargas de Charly (Las hijas de las lágrimas), confabularon para que perdiera el hilo, la madeja, la pita de con que estos párrafos suelen atarse.
Decidí escribir sobre la mirada remota, perfecta, dulce y diabólica de Paula, esa mirada donde ya varios milenios hace que ando perdido, donde siempre puedo encontrar armonías… Decidí escribir acerca de las dudas de Europa Roja, de su -probablemente el único- miedo a sí misma, de su encantadora firmeza y decisión… Decidí escribir sobre una lejana y bien recordada amante de mis quince años, mujer con nombre bíblico que profetizó muchas de las situaciones que hoy sobrevivo (sus caricias, sus faldas a cuadros -azul y amarillo-, sus molestias por mi siempre atrevida y descarada tardanza, aún se extrañan)… Decidí escribir de mi amor por los hombres del futuro, por aquellos que llorarán nuestras torpezas, por esos que juzgarán benévolamente nuestros desaciertos, nuestros climas, nuestros cigarrillos y cafés.
Yo quise escribir sobre mucho… pero no logré escribir nada. Mi mano, esta puta y metálica mano, me traicionó. Paralizó mis ideas, ocultó mis argumentos. Me quedé sin temas, sin imágenes, sin ganas.
Lo único que me quedó fue redactar aquello que me venía a la mente, sin procesar, sin revisar concienzudamente las líneas excritas, sin meditar lo que plasmaba. Solo vomité, expelí lo que sentía, las frustraciones que la música interna me mandaba. “Porque escribir es eso webón, vomitar lo que uno tiene adentro, sacar lo más íntimo, lo que interiorizamos en lo más recóndito de nosotros”, Franz-en-grises, muchas veces tienes la razón.
***
(aún-extrañamos-la-tarde-remota-en-que-nos-llevaron-a-conocer-sus-manos-aún-sentimos-el-aire-rosándonos-la aflicción-aún-encantamos-los-corazones-con-los-papelitos-que-guardan-los-secretos)
El amigo que proclama libertades la otra noche se derrumbó: lloró hasta el amanecer, ebrio de dolor, sobrio de esperanzas. Ni siquiera sus Ruinas circulares lo salvarán.
(un-sueño-claro-he-estado-soñando-lo-voy-rememorando-lentamente-una-pesadilla- probablemente-haya-sido-la-misma-alucinación-que-a-diario-se-me-presenta-en-sueños-…-no- esta-vez-ha-sido-algo-distinto-este-sueño-se-ha-presentado-de-manera-insólita- no-se-parece-en-nada-a-las-pesadillas-que-habitualmente-tengo-de-manera-inesperada-el-recuerdo-se-me-ilumina-por-completo-mi-mente-puede-distinguir-con-claridad-los-rincones-que-hasta-hace-un-momento-me-parecían-confusos-recuerdo-que-estuve-soñando-sí-pero-en-el-sueño-…-en-el-sueño-también-soñaba)
Los días de aserrín que el tío me hace padecer: levantarse antes del amanecer, tomar un puto y abundante desayuno que no termino, para luego al mediodía, morirme de hambre y desear comer los trozos de pan que dejé. Maldiciones, putamadreadas… esos días ya desaparecieron.
(tener-que-soportar-tu-estúpida-mentalidad-de-niña-ingenua-mierda-me-cansé-de-esperarte-de-aguantar-tus-solemnes-e-inexpresivos-silencios-de-aparentar-que-aún-que-aún-…-mejor-olvida-lo-que-dije-que-al-final-estas-relaciones-solo-terminan-angustiándome-pero-por-qué)
A ella le gusta que la miren, le encanta la manera como su cuerpo va seduciendo miradas, cómo sus carnes van provocando erecciones brutales en los interiores de esos seres que ella manipula a su antojo. “Porque yo me tiro a quien quiera… escúchalo bien, me tiro a quién quiera y me importa un pito que tú no quieras ¿qué te habrás creído?”
(si-solo-entendieran-esta-emoción-que-me-consume-que-me-violenta-que-se-apodera-de-mí-pero-que-no-es-mía-yo-no-poseo-tanta-pasión-como-para-dar-nacimiento-a-esta-emoción-proviene-de-más-allá-de-otros-tiempos-de-otras-generaciones-es-una-herencia-de-las-épocas-pasadas-de-los-que-vivieron-en-el-inicio-de-los-tiempos-sombríos)
Hubo un tiempo que fue hermoso y fui libre de verdad...