Niña-mujer.


TU SONRISA HA CAMBIADO
(S.R.D.)

El polvo y tiempo acumulados
sobre tu esperanza se olvidaron de ser.
Se han ido fugando de tus ojos,
dándole sitio a luces propias de una mujer.

Por eso tu sonrisa ha cambiado
algo en este invierno, que ya no pasará
sin luz —como todos los inviernos—
tenaz —como todos los inviernos—
fugaz —como todos los inviernos—
estás desafiando a la ciudad,
a aquella señora que hace bien el café,
al manso marido que despierta a las seis
y al tonto reloj del rey.

No sabes cuánto de subversivo
vive en una sonrisa que no quiere comprar
y cuánto de muerte hacia el pasado
que se incrusta en los dedos,
cual resto de humedad.

La historia choca contra tu saya
y se hace remolinos que huyen del amor,
como se dice que huyen los demonios
de las estancias crueles para el odio.

Bendita está tu risa.
Amén.


Niña, con tus buenas noches y en tus sonrisitas de angelito desvalido,
hoy he descubierto -atemorizado y sorprendido- a la mujer que ya empezaste a ser.

¿Qué pasó con tus muñecas de trapo, con tus algodones de azúcar y tus peluches de napa?

Las Barbies se van a molestar, mis besos ya no te gustarán, lloraré tu abandonada infancia.
Entonces los pajarracos se comerán nuestros postres, ya no se podrán cantar las mismas canciones, no querrás dormir junto al pelucón-barbudo.

¿Qué se convertirá en tu pasatiempo? ¿Música, hombres, dibujos, libertad o apasionamiento?
Es una lástima que ya no pueda cambiarte la ropa. Será una lástima que ya no te ayude cuando te bañas. Será una lástima que ya no me necesites para nada. 

Mujer, niña-mujer, aún te estaré esperando para que me elijas la ropa, me arregles la camisa y me calientes la comida -sabes que soy inútil para esas cosas-. Aún extrañaré los paseos frente a la ventana, el capachún nocturno, los gritos de mamá despertándonos, gritándonos, previniéndonos...

Espero que en ese tiempo, niña-mujer, me siga gustando andar contigo tanto, como ahora...


8 comentarios:

Ana Lucía M.M. dijo...

Aquí siento algo extraño y confuso pues no sé si tratar de sentir ternura o molestia. ¿Qué clase de hombre es este? Explícame, ¿quiere algo con la mujer o quiso algo con la niña? Porque me suena a que es su papá, pero un padre que tuvo con la niña algo más. O tal vez es sólo tu visión de una recientemente creada mujer y sientes una mezcla de sensualidad e inocencia...

José Arroyo dijo...

Debo confesar que luego de leer eso del capachún nocturno casi me pongo a llorar... Será que he pasado por lo mismo, y seguiré pasando por eso toda la vida, año tras año, viendo como esa niña que algún día dormía en mis brazos cada vez va creciendo y cada vez se va enfrentando a todos esos monstruos, los mismos que nosotros enfrentamos en nuestros tiempos. Debemos cuidar de la niña-mujer, debemos estar ahí, a su lado, por siempre.

Oswaldo Bolo Varela dijo...

Ana lucía:

Esta va a ser una respuesta un tanto sinsentido, así que espero sirva en algo o -al menos- de algo.
¿Qué clase de hombre es este? pues no los sé, fíjese que si lo supiera, ahora no estaría lamentando su devaneo de adulto precoz.
Sí, él quiere algo con la mujer, porque con la niña siempre lo tuvo. Él ansía poder refugiarse, muchos años después, bajo la guarida de esa almita desvalida. Él es su papá, su hermano, su primer marido y su amigo. Él la extraña tanto...
Por último no es una mujer creada. Ella está a mi lado ahora, hace sus labores escolares; pero no sólo es ella, también es la señorita que acabo de vislumbrar desde la ventana, es la armonía que siento después del primer orgasmo nocturno, es la sinfonía natural que mi cuerpo evoca cada vez que fumo, es la emoción bravía que me consume por estos tiempos, es la simpática manera en que trato de concebir el asesinato del monstruo, es la linda manera de recordar que está en mis manos, en tus manos, sensibilizarnos por esta niña que crece entre crisis, despojos, pobreza mental, círculos anti-artísticos, blasfemias humanas y llanto divino.

Tercer distante:

Demonios, es curiosos que usted casi siempre logre entender gran parte de lo que quiero expresar. Claro, la niña, esa niña, su niña, nuestra niña... Habrá que defenderla del monstruo, del fin, de ellas, de ellos, de los perros que van a querer morderla, de los llantos fáciles, de las corazas, de las máscaras, de las vírgenes, de las lascivas, de dios y de nosotros mismos.

Gustavo Ochoa Morán dijo...

Un pelucón-barbudo al que le gusta el teatro.

 Mayte dijo...

La eterna niña mujer que de alguna forma llevamos dentro, que amamos...que añoramos...

Bikos.

Ami dijo...

Sin embargo la mayor inspiración es su hermanita, ahora hermana. pues bien habrá que pensar en hermandad. Saludos.

Qbi dijo...

nostalgia por lo inevitable, sólo se cambia las maneras y los momentos.

saludos

Gabriela Parra dijo...

No tiene porque tener miedo a los cambios, puedes siempre estar en su proceso y ser parte de el. Puedes enseñarle el mundo, puedes seguir siendo su apoyo, siempre puedes aceptarla y evolucionar con ella. Siempre puedes ser tu.