Cuestionable MORALIDAD.


A veces creo que la moral está demasiado quebrantada en mí.

La ética que de niño se me inculcó y que cuando joven creía intachable, ha sido desterrada de esta patria infatigable, ha sido apaleada por mis deseos, mis furias, mis mañas.

La vulnerabilidad se muestra recurrente, es bastante fácil hacerme infringir normas, prohibiciones y juramentos.

Mentiras sin remordimiento, infidelidades cuestionables, robos sin pudor, falacias sin honor, manipulación, opresiones, conveniencias... todo ello se junta en cierta capa que me hace pedantemente incuestionable, infatigablemente falso, miserablemente humano.

Me atormentan. Por las noches me pregunto hasta cuando voy a continuar con estas mañas que entorpecen mi andar, con estas caretas que tanto agradan a mi ánimo, con estos deseos incontrolables, con estas necesidades que poco a poco corroen lo último de bondad, de verdad que queda en mí.

Pero me siento bien. A veces descubro que el robo, la mentira o la manipulación endiosan mi estado, fortifican mis fundamentos, establecen cierta cualidad de hacerme y creerme superior a los demás.

En fin... espero que pronto se acabe.

2 comentarios:

Gabriela Parra dijo...

Es como cuando no se siente nada...y estar perdido en uno mismo...

Cuestion de costumbres -si me permite opinar- como se espera que algo cambie, cuando no se hace nada por hacer las cosas diferentes?.

No esperes a que algo acabe...haz algo para que asi sea.

Nadies dijo...

Esperas que acabe. Mejor te levantas y dejas de esperar, para bien o para mal.

ya no te pasas por mi blog ¬¬